Libertad Bajo Palabra

La CEAPP protegía mercenarios de la información

Comisionados de la CAEPP en reunión con el exgobernador prófugo Javier Duarte de Ochoa FOTO: CEAPP

Por supuesto que nos parece lamentable que la Comisión Estatal de Atención y Protección para Periodistas le haya brindado protección a los mercenarios de la información. ¡Qué aberración! Que se estuviesen gastando recursos de los veracruzanos para brindar protección a sujetos que se dedicaron a agredir a periodistas, que se pusieron de tapete de Javier Duarte. ¿Qué le pasaba por la cabeza a Namiko Matsumoto cuando recomendaba que a sujetos viles les pusieran guaruras? ¿Se enteraría la secretaria de la CEAPP que con ayuda de un guardia uno de esos sujetos agredió a un maestro y que también armaba desmadres en los centros nocturnos?

Y es que el mismo tipo que ahora se victimiza lo reconoce en la carta que envía a la Secretaría de Gobernación: «La CEAPP a periodistas me retiro las medidas cautelares, desde que llego el gobierno de Miguel Ángel Yunes, desde que entro en funciones la nueva administración de la CEAPP, me fueron retirados los elementos que custodiaban a mi familia y a mi persona» (sic).

Sabíamos que los amigos de Javier Duarte, como los del periódico AZ y como el dueño del Buen Tono tenían escoltas pagadas para su custodia; pero también sabíamos de mercenarios que gozaban de privilegios y que vivían temporadas enteras en el Hotel Xalapa, todo gracias a la recomendación de la CEAPP. Todo lo anterior nos sigue dando muestra de para qué realmente servía la CEAPP. Mientras los periodistas críticos tomaban sus propias precauciones, mientras arriesgaban su integridad física y seguían publicando sobre el desastre financiero y el saqueo que ahora ya es evidente, los mercenarios de la información gozaban, gracias a la CEAPP, de protección.