Es muy cómodo para el líder de Morena, el petista Manuel Huerta, echarle la culpa a los demás para enmascarar el repudio que los militantes y fundadores de este partido sienten por su liderazgo. Ahora dice que Yunes Linares le manda provocadores a su asamblea. Pero ese repudio lo persiguió en la gira que López Obrador realizó en el estado de Veracruz. En las diferentes poblaciones hubo manifestantes que le echaron en cara su actuar.
Por supuesto, mientras López Obrador lo quiera como líder de Morena en Veracruz, a pesar del repudio de los militantes, Manuel Huerta seguirá haciendo de las suyas. Lo que pase en las elecciones de Veracruz puede ser poca cosa. Pueden ganar o perder alcaldías con sus candidatos, sin embargo, el desgaste que desde este momento se está originando causará mucho daño a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
Ya los seguidores de AMLO han llorado en dos ocasiones durante la noche triste de la derrota, pero al parecer eso no lo contemplan nuevamente, pero de que les puede suceder, les puede suceder. Mejor ajustar las cosas desde ahorita, quitar al líder repudiado y avanzar hacia la victoria.
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