Por eso, muchos mexicanos van votar por él. Y van a votar a pesar de la gente que lo rodea, muchos de ellos nefastos sectarios que se suben a una diputación y viven en el mareo perpetuo; a pesar de su partido que una vez que ha probado las mieles del poder, da muestras de lo que realmente es. Van a votar por AMLO porque este país no les ha dado mejores alternativas y porque creen que López Obrador tiene un compromiso con México, con él mismo y con la historia.
Sin embargo, ese voto no será suficiente, se requiere el voto de una gran mayoría. Las encuestas actuales muestran que López Obrador va arriba, pero eso mismo mostraron en 2006 y 2012 y el final fue diferente. De modo que no basta con ir arriba en las encuestas, sino convencer al electorado indeciso, esos desencantados de la democracia que les da lo mismo votar o no votar.