Elena Córdova / Hace unos días, en las redes sociales circuló un video donde, supuestamente, un maestro, de nombre Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, de la Universidad de Guadalajara -el cual fue etiquetado inmediatamente como #LordPrepa10- fue señalado por sus propios alumnos por expresarse con un lenguaje misógino utilizando palabras inapropiadas.
Como es lógico suponer, el video del maestro se viraliza en redes sociales y medios de comunicación, tanto que las autoridades académicas de la Universidad, se ven obligadas a informar que el docente sería sometido a procedimientos administrativos debido a que “se expresó de manera denigrante y soez hacia las mujeres”. Más tarde, lamentablemente para el docente, se presentó el video completo y en él se aprecia que se trataba de un ejercicio con la intención de advertir a sus alumnos sobre que deben hacer para detectar a los misóginos y evitar tener contacto con ellos.
Textual el maestro señala en el mismo video que “Desafortunadamente vivimos en una sociedad que todavía es muy machista, en donde consideramos que nosotros como hombres tenemos muchas ventajas sobre las mujeres, entonces, no sé si a ustedes les haya pasado, lo más seguro es que sí, pero por lo menos tienen una conocida, yo tengo varias conocidas, familiares y amigas, que han sufrido abusos de parte de sus parejas, ya sean novio, esposos o ex esposos”, dijo el maestro.
En esta misma semana, un importante grupo de alumnas de la facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) denunciaron a ocho profesores que las han acosado dentro y fuera de las aulas y les han hecho comentarios misóginos y machistas, esto en el marco del Día Internacional de la Mujer. Para ello, las probables alumnas afectadas, colocaron una lámina de papel en el patio central de la facultad para que las víctimas pudieran escribir su testimonio y cómo fueron violentadas por los maestros; al final se leyeron en voz alta algunos de los escritos.
Hace poco tiempo, me prestaron un interesante libro que se intitula “El Machismo Ilustrado” (basado en el libro El machismo Invisible de María Castañeda. Editorial Taurus. 2013) en el cual, mediante interesantes ilustraciones, en forma de historieta (de la diseñadora gráfica Eva Lobatón) hace un llamado en general sobre la existencia de un machismo, y no del puro y clásico que conocemos sino el que, de manera leve y light, por así decirlo, se manifiesta todos los días en toda hora y lugar de nuestra sociedad mexicana. Para una mayor claridad, cito textualmente las palabras de la autora Eva quien señala en su prólogo: “El machismo disfrazado, lastima las relaciones humanas de manera lenta, invisible y muchas veces irreversible, afectando a hombres y mujeres por igual, perpetuando las conductas que sembradas desde la infancia se convierten en modo de vida.”
La autora sintetiza y a manera de sentencia señala que: “La búsqueda de soluciones implica necesariamente un cambio cultural y educativo”. En este mismo texto, “El Machismo Ilustrado”, podemos entender de una manera amena, incluso divertida como un verdadero macho (mexicano y veracruzano) va formando esta conducta que pese a lo que se diga, permea en los distintos niveles de la sociedad no importando nivel económico y mucho menos académico. Cualquier puede ser un hombre macho invisible o visible. Los especialistas en el tema coinciden que esta actitud inicia en la niñez, debido a las tradiciones familiares y presiones de conocidos y/o amigos. De esta forma, la actitud machista, es la suma de conductas, comportamientos, usos sociales y creencias destinadas a evidenciar e impulsar el mantenimiento de conductas percibidas tradicionalmente como heterosexualmente masculinas y, también, discriminatorias contra las mujeres.
A propósito de la pasada Conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. También debemos recordar que no solo hablamos de los derechos de la mujer sino de la reeducación del hombre y que esta comienza desde la casa, más aún cuando tenemos varones sean niños, adolescentes y adultos bajo nuestro cuidado o en la familia. Así que, cuando usted vea a un hombre demasiado caballeroso, no crea todo lo que ve. Tal vez este frente a un macho invisible. Parafraseando, hombres vemos machos no sabemos.
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