Reza el dicho que a toro pasado cualquiera es valiente, y es que cuando el presidente de sindicato magisterial más numeroso del país debió defender al magisterio de la Reforma Educativa, éste se quedó callado y maniatado por el Gobierno Federal.
Ahora viene con la perorata siguiente: «El sindicato tiene una posición clara, apoyar el modelo educativo en la medida que transforme al país y defina qué tipo de ciudadanos queremos formar; pero de ninguna manera aceptaremos una pérdida de alguno de los derechos, o que los impactos laborales que esto traiga, no podamos resolverlos».
Vaya descaro y cinismo de este líder magisterial que sólo busca recuperar la aprobación pérdida; si no lo hizo cuando debía, ahora que no venga con ese cuento que ni sus más allegados le creen.