En un tiempo Fidel Herrera creó todo un culto alrededor de su persona. Se hicieron estatuas, pinturas, poemas y hasta un himno que lo proponía como el mesías de Nopaltepec. El día de su cumpleaños en Veracruz era fiesta estatal, se lanzaban cuetes, se encendían veladoras (negras) en su honor y hasta el arzobispo oficiaba misa para dar gracias al cielo que nos hubiera dado un gobernante como él.
Pero antier, 7 de marzo, fue el cumpleaños número 68 de Fidel Herrera y de él sólo se acordó su hijo Javier Herrera quien, qué bueno, está muy orgulloso de su “papi”. En su cuenta de Facebook dice que está muy feliz y anota: «Hoy es el cumpleaños de el mejor padre del mundo. Hombre que admiro enormemente. Gracias por siempre estar conmigo. Fidel Herrera Beltrán» (sic).
Ya lo dijo de manera pueril el vástago de Nopaltepec, «los que hablan mal de su “papi” es porque le tienen envidia».
Comentarios