Pero no sólo en esa gastaba, también en Houston en The Galleria gastaba miles de dólares en Neiman Marcus, Hermés y Max Mara. En la Ciudad de México su tienda favorita era Saks Fifth Avenue, donde también hacía uso de su tarjeta Platino la cual no tenía límite.
Por supuesto, mientras tanto en Veracruz los niños a quienes se debería aplicar su quimioterapia podían esperar, las medicinas podían ser clonadas, los alumnos de secundaria podían recibir clases en aulas de piso de tierra, en la zona de Zongolica los pobladores podían pasarse más días con hambre. Mientras Karime se daba su vida de abundancia, en Veracruz no pasaba nada.