David Velasco no es mala persona, pero fue un pésimo alcalde; es bueno con sus parejas, pero no lo queremos para cuñado
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David Velasco no es mal hijo, pero no lo queremos adoptar; no es mala persona, pero no lo estamos invitando a la casa; no es mal vecino, pero nosotros no vivimos en Las Ánimas; no es mal padre, pero no queremos que nos adopte; no es mala copa, pero nunca nos hemos encontrado con él en la misma cantina; es bueno con sus parejas, pero no lo queremos para cuñado; es buen anfitrión, pero nunca nos ha invitado ni un vaso de agua; es de fácil sonrisa, pero no le estamos contando ningún chiste.
Lo que sí hay que reconocer es que David Velasco fue un pésimo alcalde, un funcionario público muy manipulable, un junior metido a la política que podía despertar en su casa o en el hotel Xalapa, el cual ya había agarrado de chalet.
No se recuerda una obra importante de este alcalde, si acaso esos espantosos falos de barro que fue a instalar en el Paseo de las Palmas del Fraccionamiento Veracruz, donde se ha de sentir muy a gusto cuando se sienta a contemplarlos.