Jesús J. Castañeda Nevárez / Hay muchas cosas que nos hacen sufrir de alteraciones emocionales que se reflejan con un extraño calor que recorre la espalda y que se hace evidente con el sudor frío que moja la frente y también otras partes no tan evidentes, provocando además de un repentino cambio en la respiración y el acelere de la frecuencia cardiaca.
Por ejemplo, haber olvidado el celular en la casa (sin clave), o abierta la sesión del feis y que de pronto aparezca tu mujer en la oficina con el teléfono en la mano; o tener adeudos con el SAT y saber que en tu domicilio se encuentra una persona “extraña” y trae algunos documentos en la mano. Son algunos de los eventos que te intranquilizan y te espantan el sueño en el menor de los casos.
Pero de las cosas que más aterroriza a los mexicanos en los últimos años, es el ser incluido en una lista negra que te marca como delincuente y te segrega de muchas oportunidades, la cual es conocida popularmente como El Buró de Crédito.
En nuestra infancia nuestros padres nos espantaban con “el coco”, “la llorona”, “el duende”, etc., como medida coercitiva que funcionó un tiempo y que quedó marcada en nuestra experiencia, de modo que más tarde tendemos a reciclarla con alguna figura sustituta, pero buscando una reacción a nuestro favor.
Los gobiernos municipales, estatales y federales han caído en esa tentación y siempre que necesitan hacen uso de esa sutil amenaza a los deudores fiscales: “te voy a mandar al Buró”, confiando en que tú sabes todo lo que eso significa y que es algo semejante a publicar mediante un “boletín” que tienes VIH, sífilis, gonorrea, herpes, etc., por lo que enseguida serás relegado y repudiado por todos y en todos los sentidos.
¿Y quién está detrás de esa lista negra?
El llamado Buró de Crédito es una Sociedad de Información Crediticia; empresa privada que recibe información de los otorgantes de créditos respecto de las personas que los solicitan y la empresa lo transforma en un historial crediticio, el cual es consultado posteriormente para evaluar y determinar si te prestan dinero o no. Y dicho así hasta parece muy conveniente y hasta bueno, pero no; muchas empresas abusaron del alcance y poder que le dieron a esa figura, llevando a cualquier persona que se rehusara a pagar algún bien o servicio, contratado o no, pero que se le requiriera el pago de manera formal y al encontrar resistencia, la ruta fácil y más efectiva era la “lista negra” del Buró de Crédito.
La banca comercial revisa tu historial crediticio en esa “lista negra” y si tienes alguna “mancha” tienes suerte de que no te saquen a empujones, porque todo lo que te llevó allí ya no tuvo éxito.
Por ello, hay una reflexión obligada ante la situación que se vive hoy en Veracruz, donde los tres últimos gobiernos compitieron en una carrera de endeudamiento y saqueo de las arcas públicas que ha alcanzado niveles extremos jamás imaginados.
El estado está endeudado con muchos proveedores y éstos están endeudados con sus propios proveedores, con el banco, con sus trabajadores y también con el fisco. Muchos trabajadores del Estado están endeudados a pesar de que el gobierno les hizo los descuentos pero no los entregó a la empresa acreedora. Otros tantos son desempleados recientes y ya no pudieron cumplir con el pago de sus créditos por falta de dinero. Todos buscamos alternativas que nos permitan sobrellevar la crisis de manera que podamos reorientar el rumbo económico y construir un círculo virtuoso en donde de modo individual y colectivo podamos cambiar nuestra condición; pero en esa pretendida ruta se antepone un fantasma negro que bloquea todas las oportunidades de acceso al financiamiento: el Buró de Crédito (como el muro de Trump).
En días pasados la Secretaría de Gobernación publicó la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados, la cual entró en vigor el viernes 27 de enero 2017. El objetivo de esta Ley es establecer las bases, principios y procedimientos para garantizar el derecho que tiene toda persona a la protección de sus datos personales en posesión de sujetos obligados, estableciendo que el Estado garantizará la privacidad de los individuos y deberá velar por que terceras personas no incurran en conductas que puedan afectarlos al usar, sustraer y divulgar total o parcialmente de manera indebida los datos personales que se encuentren bajo su custodia.
Posiblemente la lista negra del Buró de Crédito tendrá que entrar en revisión y modificaciones o tal vez hasta resulte violatoria de la Ley, pero a como se estila en nuestro país lo más seguro es que todos los veracruzanos tengamos residencia un largo tiempo en esa lista negra, donde también debieran aparecer algunos negros y nefastos personajes de la política. Ese es mi pienso.
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