Decían que tenía agarrado de los tenates a Duarte, quien la llegó a poner por encima incluso de Karime; la prueba es que una vez que salió Gina, Karime se empoderó en el estado. Ahora, fiel a la tradición de los traidores, Gina amaga con revelar ese lado oculto que nadie ha contado sobre su examigo, exjefe, excómplice, extodo.
Le urge tener un salvoconducto, sobre todo ahora que nadie le quiere comprar sus propiedades. Y es que el abogado Tomás Mundo ya lanzó una advertencia a las personas que vayan a comprar algunas de las casas de la madame Gina, pues podrían ser acusados de prestanombres. De momento seguimos esperando el súper reportaje que le dará a Gina el Premio Nacional de Periodismo; ¡cómo de que no!