Porque si bien es cierto que, como dice Ana Laura Pérez, puede ser que 40 periodistas hayan acudido a solicitar asesoría legal, lo que importa es saber si esa asesoría legal surtió efecto, o si a los periodistas se les liquidó conforme a derecho o si de plano les consiguieron trabajo en algún otro medio. Pero al parecer las cosas no fueron así.
Porque finalmente el brazo de esta comisión es corto, no va más allá del consuelo, que tampoco es poca cosa, pues ya lo dijo el ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha: «Y cuando vuestra desventura fuera de aquellas que tienen cerradas las puertas a todo género de consuelo, pensaba ayudaros a llorarla y plañirla como mejor pudiera, que todavía es consuelo en las desgracias hallar quien se duela dellas». Pero de ahí no pasa.