Se le olvida a este frívolo funcionario que el presidente de Morena y sus diputados donan la mitad de su salario para apoyar a estudiantes con bajos recursos, sin hacer tantos aspavientos. Lo cierto es que el joven funcionario municipal pretende limpiar su imagen, ya que en lugar de gobernar y atender las necesidades de los ciudadanos, anda muy metido como principal promotor para que su tesorero ocupe el lugar que el pronto dejará.
Por cierto, en su aventura por ser diputado local, seguro le dejó un amargo sabor de boca, aun no se recupera de su derrota, es más, hasta el registro perdió el partido que lo postuló, lo único que ganó es que el exdiputado Francisco Garrido lo denunciara por la pérdida de 400 millones.