Arturo Reyes Isidoro / Me pregunto qué se preguntarán ahora los priistas después del respaldo que brindó ayer el presidente Enrique Peña Nieto al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Se supone que una vez gobernantes, gobiernan para todos al margen de banderías políticas, de colores y siglas e incluso de ideologías, si es que las tienen.
Pero un respaldo así no deja de ser significativo en especial cuando uno y otro pertenecen a partidos políticos diferentes y estamos en pleno proceso electoral municipal cuando sus candidatos se enfrentarán en las urnas el próximo 4 de junio.
De gira por Tuxpan, el titular del Poder Ejecutivo federal manifestó que tendrá una estrecha colaboración con el gobierno de Yunes Linares, en especial en el tema de seguridad.
En ese tema, el mexiquense dijo que no debe haber duda de que el veracruzano tendrá todo el apoyo del Gobierno de la República como un aliado permanente.
Gesto igual no tuvo en su momento el entonces presidente Felipe Calderón, panista, con el en ese tiempo gobernador priista Fidel Herrera Beltrán. Chocaron, hubo reclamos y el Gobierno federal blanquiazul bloqueó hasta donde pudo al cuenqueño.
Por eso llama la atención tanto amor de Peña con Yunes, sobre todo cuando le vino a dar oxígeno a Miguel Ángel en el momento en el que más lo necesita, porque ayer mediáticamente había amanecido el día con notas y comentarios no favorables a Veracruz y a su gobierno a raiz de la masacre del martes pasado en el puerto de Veracruz.
Esto es, como adversarios o enemigos políticos –se supone–, Peña Nieto pudo haber tratado con desdén a Yunes Linares, como lo hizo el año pasado con Javier Duarte en su visita a la Escuela Naval de Antón Lizardo, cuando no permitió siquiera que se le acercara.
El copetudo Presidente pudo haber marcado distancia con el gobernador panista para beneplácito de sus correligionarios priistas, que desean volver al poder, pero no lo hizo y seguramente para desencanto de los tricolores veracruzanos le metió el hombro.
El de ayer fue el primer acto público del Presidente con el Gobernador, a quien también se comprometió a acompañar en los esfuerzos que hace el gobierno estatal para conformar un frente común y atender todo lo que demanda la sociedad veracruzana.
Uno parado en la ventana adentro, el otro afuera con un ramo de flores, ya no se sabía quien le tiraba el piropo a quién.
“Particularmente, hoy por la coyuntura, nos lleva a asegurar que en el tema de la seguridad, que su Gobierno ha venido haciendo esfuerzos para darle seguridad a los veracruzanos, no tenga duda de que tendrá en el Gobierno de la República un aliado permanente en esta tarea y en este esfuerzo”.
“Porque es propósito del Gobierno de la República cumplir con este objetivo y con este eje que es el de darle seguridad a todos los mexicanos y Veracruz, que es una entidad densamente poblada, hay un gran reto, un gran desafío, pero la oportunidad de poder coordinarnos y trabajar en estrecha colaboración”.
Peña Nieto indicó que en otras asignaturas también estará en la disposición de cerrar filas con la administración local.
Porque por su parte, el gobernador Yunes Linares dijo que ante los requerimientos de los veracruzanos de trabajo y compromiso, lo que ven de parte del Gobierno de la República y lo que hay en el gobierno estatal es ánimo de trabajar y construir juntos para darle a Veracruz lo que merece: desarrollo, estabilidad, empleo y seguridad.
O sea abrazos, besos, apapachos, piojitos en la cabeza, un amor en el que se mezclaron los colores blanco, verde, rojo y azul que deben tener desconcertados a priistas y panistas veracruzanos por igual, que ya deben esperar cualquier cosa, todo.
¿Los quisquillosos priistas que ven a un yunista en todo aquel que no necesariamente critique a Yunes verán ahora, calificarán a Peña Nieto de propanista o de yunista?
Con ánimo de especular, lo sucedido ayer da para tejer todo tipo de versiones.
¿Peña respaldó a Yunes para evitar que cimbre a México con lo que sabe de Javier Duarte?
¿Peña le ofreció su apoyo a Miguel Ángel para que, parafraseando a Arquímedes, le dé un punto de apoyo con sus denuncias a fin de que mueva el mundo, pero en contra de López Obrador?
¿Peña con su anuncio público le guiñó un ojo para dar pie al inicio de una negociación y alianza para unirse y no permitir por ningún motivo que gane El Peje la elección presidencial?
¿Si algo de eso hay, Yunes le pidió a Peña que apriete a los diputados locales priistas para que le aprueben su iniciativa de reestructuración de la deuda?
Todo es posible, sobre todo cuando se habló de “estrecha colaboración y cooperación”, en especial del Presidente hacia el Gobernador, a quien dijo que hará “equipo” con su administración que está iniciando, “para hacer frente común y atender varios problemas e inquietudes de la sociedad”.
Indudablemente, Yunes salió ganando ayer. Seguramente en los días por venir sabremos el costo, el cobro que le va a pasar el Presidente. Porque en política no hay nada gratuito.
¿O será que tanto el Presidente como el Secretario de Gobernación, que apenas unas horas antes había venido también al Estado, tratan de jugar haciendo como que apoyan al panista, pero en el fondo han venido ya a hacer campaña político electoral a favor de su partido, para que los veracruzanos vean que es el gobierno priista el que está trayéndoles refuerzos y apoyos para su tranquilidad y su prosperidad?
Ahora ojalá y de las palabras se pase a los hechos y los veracruzanos veamos y sintamos el verdadero apoyo de la Federación. Hasta que no veamos resultados concretos, todo habrá quedado en un buen show.
Por lo pronto, Morena y Andrés Manuel López Obrador ya saben desde ahora que una alianza PRI-PAN les espera en 2018 y que tratará de cerrarles el paso. Los arrumacos de ayer en la tierra de Jesús Reyes Heroles no nada más fueron porque sí.
Catemaco, hoy su gran día
Pese a que no se le ha hecho la promoción oficial que se pudiera haber esperado, Catemaco tendrá hoy su día con el “día de brujos”, primer viernes de marzo, cuando miles de personas en especial de todo el sur del Estado, pero en general de muchas partes de la entidad y del país, se congregarán para la tradicional “limpia” con el propósito de que les vaya bien o mejor.
Ayer se sabía que políticos, periodistas, funcionarios, empresarios y otros personajes de Xalapa viajarán a los Tuxtlas para someterse al ritual que los ponga a salvo de envidias de sus enemigos, para que se les quite la “mala suerte” y avancen en sus proyectos personales y para que, en el caso de los empresarios, ya les paguen lo que les deben, en algunos casos desde el gobierno de Fidel Herrera.
En especial se espera la llegada de precandidatos a presidentes municipales de todos los partidos políticos, quienes irán a pedir a los brujos que los ayuden con sus conjuros para que obtengan la tan preciada candidatura y luego el triunfo en las urnas el próximo 4 de junio.
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