Brenda Caballero / La última vez que recuerdo a Ana Cristina Ledezma, primera mujer designada Secretaria General del PAN Estatal, fue cuando la aún diputada se fajó la falda y subió a tribuna con un argumento de diez contra el paquete de impunidad y blindaje a favor del ex gobernador prófugo Javier Duarte de Ochoa. Después se supo que estaba en el equipo de transición del entonces gobernador electo Miguel Ángel Yunes, y hasta había el supuesto de que fuera titular de Sedesol estatal. Sin embargo, la titularidad de la dependencia recayó en Indira Rosales San Román.
Entonces se le colocó en la Secretaría de Seguridad Pública, en un puesto no relevante. Y es apenas el pasado lunes cuando toma protesta entre muchas controversias como nueva titular del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
El principal señalamiento fue su falta de experiencia, asunto que no es malo, pues no se nace con ella; sin embargo. existe una ley, la número 310, del Sistema Estatal de Seguridad Pública para el Estado de Veracruz, que exige en su artículo 31 fracción III, que el titular de la Secretaría Ejecutiva debe “ser de reconocida capacidad y probidad y contar con, por lo menos, cinco años de experiencia en áreas de seguridad pública”. Aparte el artículo indica que debe ser veracruzano con más de 30 años de edad, tener residencia mínima de 5 años en el estado, contar con título profesional (ojo, nunca habla de cédula profesional) y no haber sido sentenciado por delito doloso o inhabilitado como servidor público.
Creo que antes de haber designado a los funcionarios de esta administración, se tuvo que haber modificado las leyes estatales, en los aspectos administrativos y de operación, pues Ana no es la única que ha estado en el ojo del huracán, ya lo estuvo los hoy secretario de Gobierno y Fiscal General.
Pero tanta controversia con Ana Cristina y ¿qué me dice del Coordinación del Sistema Estatal de Información y Enlace Informático, Eduardo Adrián Elizondo del Ángel?
Algunos lo definen como “el enemigo en casa”, ya que colaboró con Fidel Herrera Beltrán desde el mismo espacio donde manejaba la administración de la Base de Datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la Plataforma México, así como distintas Bases de Información relacionada con el personal administrativo u operativo de seguridad pública o privada, incluso relacionada con la población interna de los centros penitenciarios.
Además de que antes de que ganara Yunes Linares, se le veía tomándose la foto con todos los candidatos a la gubernatura, y Héctor Yunes Landa hasta lo apoyó para que buscara ser candidato por Pánuco. ¿Cómo pasaría el examen de control y confianza que exige la dependencia?
Esperemos que el papel de Ana Cristina sea un ejemplo en su desempeño y no caiga en lo que alguna vez juzgó en una entrevista que le hicieron donde señaló que el peor error que podrían cometer los diputados, “es repetir los mismos errores del PRI.”
Por lo pronto, Ana Cristina ya le entró al apoyo a las mujeres en la Alerta de Género, donde se invertirán 488 millones desde el Consejo y 10 millones de pesos para la construcción del Centro de Justicia para las Mujeres.
Otra mujer que está en el ojo del huracán, sin duda, es la titular de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en el Estado, Namiko Matzumoto Benítez, a quien se le señaló “por encubrir” al hoy preso y ex Secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, por no existir ninguna recomendación en la desaparición forzada de personas.
Verificando el portal de Recomendaciones de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos se observa que el año pasado se emitieron siete recomendaciones a la Secretaría de Seguridad Pública, siendo su titular Arturo Bermúdez Zurita, con los números 1, 13, 21, 38, 40, 43, 46 por violar la integridad personal y el derecho a la vida, por el derecho a la libertad y seguridad personal, derecho a la propiedad privada, derechos de las personas privadas de su libertad y derecho a la salud, de los cuales una ya se concluyó y las demás están en seguimiento.
Creo que la confusión se generó porque no es lo mismo “queja” que “recomendación”, pues para poder integrar una recomendación, que parte de una queja, es necesario fundamentarla y motivarla conforme a ley… no solamente presumirla, sino acreditarla.
Y para que esto suceda es necesario que no haya miedo por parte de los directamente afectados, que se hable. Además de que los que incurren en la desaparición de personas no dejan indicios, los destruyen.
No dudo, que ante todo el dolor que están padeciendo los familiares de personas desaparecidas, ya se estén integrando las respectivas quejas para emitir en su momento las recomendaciones.
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