Armando Ortiz / Aunque a usted le parezca una broma atribuirle dotes de loco a Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, la verdad el tema se está tomando con mucha atención. Ya hay estudios de especialistas de universidades reconocidas, como Harvard, que están lanzando una alerta a los norteamericanos ante el problema que tiene Donald Trump para lidiar con la realidad.
De acuerdo con los estudios de estos especialistas, la realidad estorba al presidente de los Estados Unidos siempre que entre en conflicto con su verdad. Trump no acepta la realidad que lo contradice y por ello miente constantemente aunque caiga en contradicciones. Para algunos norteamericanos este conflicto de Trump con la realidad es un problema grave pues el señor tiene en sus manos la seguridad no sólo de un país, sino del mundo entero. Donald Trump, si lo dejan tomar decisiones complicadas, es capaz de detonar una guerra.
Ya se metió, con sus declaraciones ligeras, en el conflicto entre Israel y Palestina. Ya tomó partido por Israel sin siquiera escuchar la postura de los palestinos. Los encargados de seguridad saben lo delicado que es el conflicto árabe y saben también que las medidas tomadas por los árabes pueden ser muy radicales. Pero a Trump sólo le interesa mostrarse gracioso, poderoso y absoluto, es por ello que sin siquiera darse cuenta puede detonar un conflicto de proporciones continentales.
En la semana surgió el conflicto de la llamada telefónica entre Michael Flynn y el embajador ruso. En esa llamada Flynn le prometió al gobierno ruso que una vez que llegara Trump al poder, eliminaría el veto que había impuesto el presidente Barack Obama a su gobierno por el caso del hackeo en las elecciones presidenciales. Trump negó todo de inmediato, negó la llamada, los vínculos de su gobierno con Rusia, y echó la culpa a los medios de comunicación que supuestamente tienen una campaña sucia en su contra.
Sin embargo las evidencias eran contundentes. Los medios informativos que revelaron el caso tenían las grabaciones de pláticas telefónicas y las versiones estenográficas. Trump tuvo que recular y reconocer que sí hubo tal llamada, pero que él no había tenido nada que ver con ello. Fue esa la razón por la que había pedido la renuncia de Michael Flynn como jefe del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Pero eso sí, no dejó de echarle la culpa a esos medios informativos que el tilda de deshonestos.
Otro rasgo de la mitomanía de Trump es la manera como niega algo que por supuesto sabe o que él mismo causó. Ahora resulta que se molestó de que se haya filtrado parte de la conversación telefónica que tuvo con el presidente Peña Nieto. Lo que no dijo fue que la filtración se dio desde la Casa Blanca. Filtración que los analistas señalan fue parte de una estrategia del mismo Trump para debilitar al ya de por sí debilitado Enrique Peña Nieto.
Cabe mencionar que surgieron versiones sobre cierto material en video que el presidente Vladimir Putin tiene en su poder. Material gráfico que comprometería al presidente Donald Trump. De acuerdo con esos reportes son varios videos que se le tomaron a Trump hace algunos años cuando andaba de visita por Moscú en su calidad de empresario.
Por supuesto Donald Trump lo niega, sin embargo las deferencia al gobierno ruso, así como el silencio y hasta la empatía con quien fuera durante mucho tiempo el enemigo histórico de los Estados Unidos está haciendo pensar a los ciudadanos norteamericanos que Rusia tiene a Trump agarrado de sus partes íntimas.
Todo esto a la larga hasta podría beneficiar a México. Ya hay apuestas sobre la posible destitución de Trump; un 48% de los apostadores piensan que no llega a los 4 años de su mandato.
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