En el sur del Estado, en el ámbito electoral las cosas están calientes, comienzan a surgir los nombres de los precandidatos a ocupar las alcaldías. En el contexto, el presidente municipal de Las Choapas, Marco Antonio Estrada Montiel deja un amargo sabor de boca; su administración fue caracterizada por el despilfarro y por la poca atención a las necesidades de los ciudadanos. El grisáceo Marco Antonio Estrada Montiel deja al ayuntamiento en banca rota, varios laudos sin pagar y un descontento generalizado en la ciudadanía. Y no es para menos, este fallido corredor de caballos, desde el inicio de su mandato se puso un sueldo de 85 mil 908 pesos mensuales, en un municipio que tiene serios problemas con la pobreza.
Todavía se recuerdan sus palabras cuando se alzó con la victoria: «Gobernaré para todos, no sólo para mi familia y amigos, o los que votaron por mí, la gente me exige que todos somos Las Choapas y eso realizaré en el gobierno que encabezaré por el bien de los ciudadanos». Lo cierto es que hizo todo lo contrario, tan pronto asumió funciones, colocó a sus familiares en puestos claves y se puso un salario oneroso.
Hoy más que nunca Las Choapas necesita de un buen presidente municipal. Los pobladores se los merecen y, por cierto, no estaría mal que el Congreso Local investigué las finanzas del fallido corredor de caballos, que no supo gobernar a Las Choapas.
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