Hubo divisiones que terminaron por descomponer el ambiente. Corrieron a la señora Wallace que ya amenaza con hacer su propia marcha para quitarse la espina que le clavaron cuando la llamaron asesina. Al final a la gente se le olvidó Trump y se acordaron de que el enemigo está en casa, por lo que terminaron coreando «Fuera peña, fuera Peña, fuera Peña».
Si usted cree que Trump se puso a temblar por esas 20 mil personas que marcharon, pues se equivoca. La agencia Reuters reportó al mundo que «muchos manifestantes también despreciaron a su propio presidente, burlándose de Enrique Peña Nieto como un líder débil que ha encabezado la corrupción desenfrenada y la violencia en casa». No, pues qué buena idea esta de la marcha.