Con la voz quebrada, pero con fuerza, Antonio Tizapa, padre de Jorge Antonio Tizapa Legideño, le espetó a Ochoa Reza: «Quisiera saber la respuesta de dónde están los 43 estudiantes desaparecidos en 2014 por las fuerzas armadas del gobierno mexicano… Como padres, les exigimos que nos entreguen a nuestros hijos y que nuestras voces sean escuchadas». El líder priista inmediatamente se puso de píe, y al terminar Tizapa Legideño, lo invitó a él y a las personas que lo acompañaban a quedarse para participar en el diálogo con el grupo de estudiantes mexicanos.
Sin embargo, recibió como respuesta de uno de los hombres que acompañaba al padre del estudiante desaparecido: «No venimos a participar. Venimos a exigir. Jamás participaría en algo con usted». Después de esta visita tenga la seguridad que el fantasma de Ayotzinapa estará persiguiendo al representante priista donde quiera que se presente. Ahora falta ver, cómo le va a AMLO y a Ricardo Anaya, líder del PAN.