Son pocos los privilegiados que tienen la oportunidad de enseñar. El magisterio ofrece a los docentes la oportunidad de trascender y dejar huella indeleble en los demás. Ningún otro factor contribuye tanto a la superación de los individuos en particular y al progreso de un pueblo en general como la educación. De allí que los gobernantes lo consideren como la columna vertebral de su plan de trabajo y reconozcan la importancia de la labor que realizan los maestros.
Sin embargo, no todos lo hacen, muchos no reconocen que es necesario contar con maestros motivados y bien preparados para poder tener una educación de calidad. En este aspecto, aún existe mucho por mejorar en el estado de Veracruz, en gran medida debido a que muchas de las políticas y recursos invertidos para tal efecto se han quedado a medio camino, éstos fueron desviados a campañas electorales y a cotos de poder sindical.
En verdad que hay que reconocer el trabajo de miles de maestros que hicieron mucho con tan poco; escuelas sin baño y sin maestros, pizarrones viejos, pero con una vocación digna de reconocimiento. Por eso este gobierno no debe olvidar a estos personajes los debe hacer sus mejores aliados.
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