Yunes Landa anota la premisa en derecho que dice: «Quien acusa está obligado a probar». Inmediatamente después lanza una amenaza velada al reportero, señalando que éste «se verá obligado a desmentir su afirmación». Héctor Yunes Landa termina dando cátedra de ética periodística al señalar que se debe volver a los fundamentos éticos y profesionales del periodismo, para evitar que personas sin escrúpulos ni moral abusen de los “generosos” espacios informativos.
Oportunamente el reportero Ignacio Carvajal responde a Héctor Yunes sosteniendo lo que publicara y asegurando que la información es real, que las fuentes existen y que nada es producto de su imaginación. Por supuesto es el tiempo y el curso que tome el caso del Capitán Tormenta lo que determinará si la fuente del reportero habló con la verdad o no.