Es curioso y por momentos hasta paradójico. La Comisión Estatal de los Derechos Humanos nunca se pronunció sobre los abusos que César del Ángel, líder de los 400 Pueblos, ejerció en contra de ancianos, mujeres y niños, abusos que iban desde la vejación hasta lacerar su dignidad, obligándolos a manifestarse desnudos en plena vía pública. La CEDH siempre fue omisa, siempre volteó la cabeza hacia otro lado, no se fuera a molestar el gobernador Duarte, o peor aún, no se fuera a molestar César del Ángel.
Sin embargo, ahora que ha sido metido a prisión, la CEDH se preocupa por los derechos humanos de este pseudolíder que explotó a miles de personas para obtener ganancia monetaria. Lo mismo se preocupa por los derechos humanos de Bermúdez Zurita y hasta señala que de haberse pasado por alto estos derechos, los inculpados podrían salir en libertad.
Lo bueno que reconoce que hay pendientes una centena de denuncias contra la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) por violación de derechos humanos durante el periodo de Arturo Bermúdez Zurita. Denuncias que en su momento Bermúdez Zurita se pasaba por el arco del triunfo.
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