Que el propio Edel Álvarez Peña, presidente del Tribunal de Justicia de Veracruz, diga que «la aplicación de la ley está a criterio de los jueces» es un asunto para pensarlo muy bien. Y es que entonces debemos entender que las leyes no son absolutas, que su aplicación va a depender de cómo el estudio, la experiencia, el humor y la conveniencia de un juez le dicte su aplicación. Esto viene al caso ante la posibilidad latente de que Arturo Bermúdez Zurita pueda salir en libertad en cualquier momento gracias a un amparo federal que consiguiera.
Ya lo habíamos dicho en una entrega anterior, unos los meten a la cárcel y otros son los que los sacan. Por supuesto, incluso si saliera Bermúdez Zurita de la cárcel eso no significa que quede exculpado, sólo significa que las laxas leyes de este país le permitirían continuar con su juicio en libertad.
Lo mismo es en el caso de Leonel Bustos, su proceso sigue, y queda en manos del juez que concedió el amparo, que el señor no huya, como el prófugo Javier Duarte. Lo volvemos a reiterar, en la cárcel sólo se quedan los de las tres P: Pobres, pendejos y putas.
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