Además no sólo produjo empleos para los residentes de esas ciudades, también en materia de migración, gracias al acuerdo comercial el fuerte flujo migratorio de México hacia el norte que había comenzado en 1997, pudo ser contenido y hoy más mexicanos retornan que los que se van al país vecino.
Sí, así como lo lee usted, el asesinato del TLCAN, como piden algunos, destruiría millones de trabajos estadunidenses y más aún en México, pues causaría alto desempleo y generaría más migración que ningún muro podría detener.
Eliminar el TLCAN generaría nuevas tensiones, ansiedades y costos con inflación sin control. El esfuerzo que demandarían esos evitables problemas sería mejor usado en crear empleos para ambas naciones. Así que para Trump y para los mexicanos, el caldo saldrá más caro que las albóndigas.