Se dieron cuenta de un medicamento, pero cuántos de ésos, que ya circulaban, se aplicaron sin que se dieran cuenta. En esa ocasión no se aplicó el medicamento porque el laboratorio Roche dictaminó que el empaque no era de su laboratorio, porque además no se encontró el principio activo. Sin embargo, no todos los pacientes a quienes se aplicaba quimioterapia tuvieron un familiar acucioso, que pudiera detectar el medicamento falso.
Narro dice que esas acusaciones, de aplicar medicamentos falsos, daña a las instituciones. ¿Más? ¿Cree que no sabemos la clase de tranzas que trabajan en la Cofepris? No defienda lo indefendible doctor Narro, haga usted honor a su doctorado y a su paso por la rectoría de UNAM. Por cierto, qué bien se le ve a Narro posando con delincuentes; precisamente el implicado en los medicamentos clonados.