Arturo Reyes Isidoro / Porque lo considero pertinente, dado el rumbo que han tomado las cosas, vuelvo a repetir lo que escribí el jueves 19 de enero con el encabezado “Una investigación oportuna y necesaria”. Dije entonces:
“En medio del escándalo, ayer se dio un paso necesario para poner en claro el caso de las quimioterapias falsas que presuntamente recibieron niños del Estado.
Mediante tres mensajes que divulgó por la tarde a través de su cuenta de Twitter, el Secretario de Salud del Gobierno federal, José Narro Robles, dijo que sobre la denuncia del caso, envió personal especializado para iniciar la investigación correspondiente.
Agregó que instruyó a personal de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a que investigue a profundidad, con base técnica y científica, las posibles irregularidades sanitarias.
Informó que la dependencia a su cargo hará una investigación a fondo en el ámbito de sus atribuciones, que contribuya a esclarecer los hechos.
Aunque tienen que ver con lo mismo, creo que son temas aparte los presumibles actos de corrupción en que cayeron exfuncionarios de la pasada administración y la afectación en humanos que pudo haber tenido el uso indebido de medicamentos oncológicos presuntamente clonados”.
Pues bien, ayer se confirmó que, en efecto, se trata de dos cosas.
Un hombre insospechable como es el doctor José Narro Robles, exrector de la UNAM y actual Secretario de Salud del Gobierno federal, confirmó que, en efecto, hasta el momento no existen evidencias de supuestos casos de agua destilada en vez de medicamentos aplicados a niños con cáncer.
Si el doctor Narro lo dice, lo creo. Además, no deja de ser importante que su afirmación la hizo en la reunión plenaria del grupo parlamentario del PRI en el Senado de la República y, además, según puntualizó, la investigación que realizan es a petición del gobierno de Veracruz que encabeza Miguel Ángel Yunes Linares.
Pero si bien hasta ahora no hay evidencias del uso de medicamentos clonados para el tratamiento de niños con cáncer, en cambio el famoso galeno confirmó que en el sistema de salud del Estado se han encontrado irregularidades que calificó de “indignantes y dolorosas”, como 17 toneladas de medicamento caduco y 47 mil pruebas sin registro sanitario para detectar VIH-sida.
Si un hombre como el doctor Narro usa los calificativos de “indignantes y dolorosas” entonces es que el caso es verdaderamente grave. Se supone que él como profesional de la medicina conoce del dolor humano (por favor, lectores, cada que puedan lean a Arnoldo Kraus, quien publica los domingos en El Universal y es autor de varios libros en la especialidad, miembro del Colegio de Bioética, tal vez el más calificado profesional de la medicina en México sobre el tema del dolor humano y la muerte) y sabe lo que dice.
Pero dado que el tema tiene implicaciones políticas por los señalamientos que ha hecho el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares en contra de los exgobernadores Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, la opinión del doctor Narro queda fuera de toda sospecha cuando es miembro del PRI y el pasado 27 de noviembre fue nombrado consejero político de su partido (fuentes del CEN me han asegurado que será el candidato del presidente Enrique Peña Nieto a sucederlo).
Entonces, hasta hoy, de acuerdo a un actor imparcial, queda claro que, por fortuna y para tranquilidad de los niños enfermos y de sus familiares, no hay evidencias de que se les hayan aplicado medicamentos clonados, lo que confirma lo que dijo el exSecretario de Salud, Juan Antonio Nemi Dib, de que sólo una mujer adulta había estado a punto de recibir un mal tratamiento, lo que se evitó, lo que debe servir de un gran alivio a quienes finalmente juegan el papel de víctimas en este caso.
Pero también se confirma que hubo actos de negligencia y de corrupción que rayan en la criminalidad cuando ya no queda duda de que o bien se compraron medicamentos caducos o bien irresponsablemente se dejaron caducar, además de que se compraron pruebas sin registro en los que pudo más la ambición por sacar provecho económico que el deber ético de aplicar a enfermos exámenes que cumplieran con los estándares profesionales calificados.
Hasta ahora, a reserva de una conclusión final, el exgobernador Herrera Beltrán libraría la acusación de que durante su gobierno se hubieran aplicado medicamentos clonados, aunque quedaría por confirmar si tuvo que ver con la compra de medicamentos caducos y pruebas falsas, o todo es responsabilidad del regordete exgobernador Javier Duarte, a quien inexplicablemente el Gobierno federal no ha podido –o no ha querido– detener.
En el foro nacional en que se ventiló ayer el caso, la plenaria de los senadores del PRI, a los tricolores no les debe quedar ya duda de la responsabilidad que tuvo uno de sus ahora exmilitantes, y ahora se esperaría que presionaran y exigieran que intensificaran la búsqueda de Duarte. Acto de corrupción, en grande, “indignante y doloroso”, lo hubo. Los veracruzanos en general exigen también justicia y que no haya impunidad.
El mismo doctor Narro dijo a los senadores de su partido que la dependencia a su cargo detectó desvío de recursos del gobierno de Veracruz por 670 millones de pesos de lo que se ha notificado ya a la instancia fiscalizadora correspondiente sobre los recursos pendientes por comprobar, por lo cual se han presentado ya 22 denuncias.
Salvo el caso del doctor Leonel Bustos Solís, exDirector del Régimen Estatal de Protección Social en Salud, quien está sujeto a proceso como presunto responsable de un desvío por 2 mil 300 millones de pesos, no hay, hasta ahora, un solo detenido, lo que resulta inexplicable cuando muchos ilícitos en el sector salud han quedado comprobados.
Las preguntas siguen siendo pertinentes: ¿quién compró medicamentos caducos o quién los dejó caducar?, ¿quién compró pruebas falsas y se benefició con ello?. ¿qué papel jugaron los exsecretarios del ramo y por qué no denunciaron las irregularidades o ratificaron las denuncias que dice Juan Antonio Nemi que hizo?, ¿por qué se quedaron callados?
Se trabajará con corporaciones de seguridad del Reino Unido
De acuerdo a una nota que publicó ayer martes el diario Milenio, el Gobierno de Veracruz acordó trabajar con las corporaciones de seguridad del Reino Unido, con el propósito de fortalecer la labor de los elementos policiacos. Se informa que ello es parte de una propuesta de la asociación Causa en Común, cuya presidenta es María Elena Morera.
El acuerdo se formalizó durante una reunión con el embajador británico en México, Duncan Taylor, a la que asistió el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, e incluye un compromiso para combatir la corrupción en las policías y fortalecer los sistemas de quejas, denuncias, investigaciones y sanciones para los malos elementos.
No se puede ocultar el sol con un dedo. Los hechos de violencia se siguen dando, incontenibles, en toda la geografía veracruzana, pero al menos alienta que la administración estatal no se cruce de brazos y busque posibles soluciones. El Reino Unido tiene una de las mejores policías del mundo, emblematizada por la famosa y legendaria Scotland Yard.
Por el bien de Veracruz y de los veracruzanos, se desea que el acuerdo de colaboración resulte todo un éxito.
Descanse en paz
Platiqué con él en noviembre en Boca del Río antes de asumir la titularidad del Consejo Estatal de Seguridad Pública. Me dijo que había librado con éxito, hasta ese momento, una enfermedad incurable que le habían detectado. Celebraba que su amigo Miguel Ángel Yunes Linares hubiera ganado la gubernatura y se disponía a ayudarlo. Como siempre, amistoso, se puso a mis órdenes. “Lo que se te ofrezca”, me dijo.
Falleció ayer José Luis Lagunes López, a quien conocí joven en la función pública en el Gobierno de Veracruz. A sus deudos les expreso mis condolencias y mi solidaridad. Siempre es lamentablemente la pérdida de un hombre bueno. Que descanse en paz.
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