Virginia Durán Campollo / La violación a los Derechos Humanos básicos, es la gran afrenta de Donald Trump al mundo. Considerado con severos trastornos psicológicos, según estudiosos, se ha convertido en un dictador al frente de la presidencia de los Estados Unidos. Xenófobo, racista, homofóbico, intolerante, reacio y testarudo. Observamos a un individuo con mucha falta de amor, incluso así mismo, y solo observar el rostro de su familia empezando por su esposa, se intuye la tragedia. Hombre de furias y rencores, gobierna como si su país fuese su fuero personal. Importantes países se han volteado, en contra de él y la grave responsabilidad de quienes lo circundan. Lo llevaron al trono, y su acontecer será histórico. Todos los días sorprende por acciones violatorias a la ley y lo demuestra, por ejemplo, al renunciar a su fiscal general por haberle llevado la contraria. Un sujeto temible, que tiene a todos expectantes y- al parecer- algunos se empiezan a mover para destituirlo, que sería lo más deseable. Tiene los síntomas claros de la enajenación, que llega a un ser humano que tiene todo el poder y extrema riqueza. La historia de estos sátrapas, la registra la historia universal y también sus estrepitosas caídas.
*** El blandengue Enrique Peña Nieto, muestra una vez más su ineptitud como presidente. Sale a destiempo, empujado por la fuerza de la opinión de los diferentes sectores productivos del país. Acuerda, finalmente, telefónicamente con él sin dar explicaciones. No extraña. Otra vez su equipo se ve incierto, temeroso y hasta faltos de criterios. Luis Videgaray esta anulado, desde el momento en que no es diplomático y se le nota. Se vierten en declaraciones, que no son bienvenidas por la opinión pública porque sencillamente no se les cree. Un mandatario con un 6% de aceptación, no tiene credibilidad. Unos partidos políticos desprestigiados al máximo, que enarbolan banderas de nacionalidad con gran cinismo. Toda la estructura de gobierno, queriendo hacer patria. Si realmente les interesará, ya habrían combatido eficazmente al crimen organizado y dejar de ser cómplices del mismo. Sus inmensas carencias las conocemos.
*** México es más grande que todos los inciertos. Nuevamente la unión fortalece a la ciudadanía, que se desborda y rescata el verdadero valor de nuestro país: su pueblo. Ese de gran nobleza, que se cimbra con el Huapango de Moncayo y se siente muy orgulloso de sus raíces. Volvemos a demostrar, que unidos somos invencibles. En las redes sociales, los llamados a replantearnos nuestras costumbres y riquezas, en todos sentidos, se desbordan. Videos hermosos de nuestras tradiciones milenarias, que van desde las grandes culturas hasta la actualidad, en logros de gran satisfacción en muchos aspectos. Bailables, música, estados, arte culinario; el tequila, el pulque, los gusanos de maguey; los mariachis, los tríos, nuestros artistas plásticos y mucho más, que nos recuerdan quienes somos. Nuestros inmigrantes saben, no se les dejará desamparados. El mundo está con México porque en los continentes, se sabe de nuestra grandeza. No estamos para registrar nuestras debilidades sino nuestras fortalezas. Hemos logrado un sitio preponderante a nivel internacional y miles de mexicanos, se distinguen en las ciencias que aportan a la humanidad. Quienes han viajado, saben que como México no hay dos. Aunque vivan grandes temporadas en un país extranjero, siempre se añora la casa.
*** Ante esta demostración de fuerza, hay que continuar cuestionando a nuestros gobernantes y exigiéndoles más honestidad, ética, preparación para administrarnos mejor. Ellos son los únicos culpables, del éxodo de nuestra juventud. Quienes pueden se van, porque su país nada tiene que ofrecerles. Huyen de la extrema violencia y la falta de oportunidades. De gobiernos corruptos e insensibles.
*** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.
Comentarios