El padre de familia llegó a considerar al maestro como su enemigo, sin embargo, con el paso del tiempo y con la aplicación de la reforma hacendaria y energética, las cosas han cambiado. Se ha redignificado el papel del maestro como pedagogo y luchador social. Muchos padres de familia están sintiendo el efecto demoledor de las reformas gubernamentales directamente en sus bolsillos.
Por esas razones, se ha reconocido y valorizado la lucha magisterial, el descontento por las reformas, Educativa, Fiscal y Energética, es evidente; el hartazgo y descontento por los incrementos a la gasolina, colegiaturas y a la canasta básica. Por eso, hoy ya no resulta sorprendente ver marchar juntos a los maestros y padres de familia.