El reto de Enrique Pérez Rodríguez, actual secretario de Educación, y de sus colaboradores es muy grande. El índice de alfabetización no crece en las zonas rurales; el equipamiento de escuelas es pírrico, la falta de maestros es una necesidad apremiante y lo peor, no hay recursos a la mano para solucionar estos problemas.
No olvidemos que la educación históricamente ha sido el eje rector del progreso de los gobiernos, la escuela y el maestro se ha encargado de formar a las personas para su convivencia con los demás y para que constituyan pilares importantes en el mantenimiento y preservación de lo que es considerado como bueno y valioso. Eso fue precisamente lo que olvidó la triada maldita que nos gobernó durante 18 años. El reto es grande, pero alguien debe de empezar a componer y limpiar este desastre.