Bueno, su plan médico en un tiempo cubría hasta cirugías plásticas. Para colmo, la Universidad Veracruzana, una institución que podría crear sus propios departamentos de evaluación, sigue contratando al Ceneval para la aplicación del examen de admisión y para otro tipo de evaluaciones. El gasto que la UV le hace a Ceneval, la empresa de la que es socio mayoritario Víctor Arredondo, es verdaderamente oneroso.
La Universidad Veracruzana nunca pudo erradicar a esos investigadores que se incrustaron y que cobran cantidades enormes, sin cumplir con ninguna carga académica. Sara nunca tuvo el valor de poner orden en esa clase de “aviadores” académicos; para colmo contrata a ebrios irredentos en empresas culturales como la Feria del Libro, que es parte del rostro que mostramos al exterior.