Fidel Herrera dice que viene a hacer política interna ahora que se acercan las elecciones para alcaldes en 2017. Lo dice como si hubiera dejado a todo mundo contento con sus mentiras. Es cierto, debe haber personas que celebren el regreso de Fidel, por supuesto que debe de tener a sus adeptos, sus incondicionales, esos retrasados mentales como Ruth Callejas que piden a gritos el regreso de la Fidelidad. Pero esas personas lo hacen porque Fidel los benefició, Fidel les dio algo y sólo quieren que les vuelva a dar.
Nada más que Fidel no viene con su “marcha triunfal”, Fidel no viene precedido de fanfarrias que anuncien su llegada, Fidel viene expulsado de las playas de barcino, viene corrido como cónsul, viene despedido de su trabajo; Fidel viene pero ya no está en la «plenitud del pinche poder». Por eso ya no les va a dar, aunque les mentirá diciendo que sí les dará; ahora les va a pedir, y esos retrasados mentales de la política son capaces de darle.
Bueno, Fidel es tan mentiroso que hasta dudamos que pise Veracruz. Seguramente todo lo que está haciendo es pura parafernalia para despistar e irse a esconder en una cueva donde nadie lo encuentre. Como señala Octavio Paz en El laberinto de la soledad, en Fidel Herrera «la mentira se instala en su ser y se convierte en el fondo último de su personalidad».
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