Luis Ortiz Ramírez / Santo ramalazo recibió la Sección 32 del SNTE en Veracruz, después del 5 de junio del 2016, la victoria de una candidato ajeno al PRI ha dejado en el estupor al sindicato que aglutina a más 100 mil maestros. El edificio de Aguascalientes y Saltillo, en la colonia progreso Macuiltépec, de ser uno de los más visitados por los maestros, ahora parece un cementerio de elefantes. No se paran ni las moscas. Y es que el oráculo que durante muchos años mantenía bien informado a Juan Nicolás Callejas Arroyo, esta vez le fallo. En su tónica de trabajo, sin pedir opinión de nadie y manera imprudente, aposto todas las canicas al candidato priista.
Su colmillo retorcido, esta vez, no le permitió vislumbrar una derrota que ya estaba anunciada. La pésima gobernación de su cuatacho del alma, vino a convertirse en una pesada loza. Aun así, y en contra de las opiniones de algunos cercanos, Callejas llamaba a Javier Duarte el “mejor aliado y amigo de los maestros”. Por otro lado, la falta de honradez del prófugo de la justicia, ya se hacía notoria, muchos maestros sospechaban, pero no lo decían, solo cuchicheaban en los pasillos, decían que el obeso gobernante, jineteaba los recursos federales de los mismos maestros.
Este hacia negocio con los seguros de vida, que hasta la fecha no han pagado a los deudos, descuentos de nómina que se usaron sin consentimiento, pagos retrasados del RZ y pagos de Carrera Magisterial jineteados. A caso usted cree que el oriundo del Pato no sabía de los trastupijes de su mejor aliado, claro que sabía, pero este, se hacía de vista gorda, estaba de por medio la diputación plurinominal de su imberbe y soso cachorro, y también la candidatura por el Verde de su protegida, que por cierto no le alcanzó la votación para llegar al congreso.
Ya lo decía Don Jesús Reyes Heroles; en política todo es tiempo y circunstancia, y las circunstancias les daban la espalda a los mandones del SNTE veracruzano. La mala fortuna se vino para Callejas, cuando un acontecimiento vino abrir los ojos de los maestros en el 2013. El descontento por la aplicación de la Reforma Educativa, especialmente por la aplicación de la Ley del Servicio Profesional Docente, que exigía una evaluación punitiva al maestro en servicio. La sección 32 del SNTE, se vio rebasada, no supo que hacer, las protestas agarraron a los Callejas, como al Tigre de Santa Julia. Ls protestas subían de tono.
Por el centro del Estado llegaban miles de maestros comandados por los aguerridos maestros, Omar Dolores Hernández y David Rubio, también por el sur se levantaba Claudio Jose San Juan y un numeroso grupo de aferrados maestros, en la capital del Estado Oswaldo Antonio González, y Zenyazen Escobar, aglutinaban fuerzas con el MMPV.
Ni Juan Nicolás Callejas, ni Javier Duarte, se imaginaron que el descontento magisterial era grave, nunca se imaginaron, que se tomarían las instalaciones de la Sección 32. El 23 de septiembre los maestros de Orizaba comandados por Omar Dolores le arrebataron a un desesperado y temeroso Epifanio Méndez, el edificio que resguardaba con grupo de intendentes disfrazados de porros. El mensaje era contundente, los maestros le daban al espalda al tomen magisterial. No le perdonaron, que gente como Gaudencio Hernández Burgos y la consentida del cacique romántico, Paty Peña, callejistas recalcitrantes, hubieran votado a favor de la Reforma Educativa.
Ahí comenzó el declive callejista. El resultado lo sabemos todos, muchos maestros se fueron con MORENA, otros con la alianza PAN-PRD, pero pocos, muy pocos con el PRI, cuna del callejismo. El destino de la otrora poderosa sección 32, organización que era considerada por el PRI, como una fina maquina electoral, ahora es incierto. No se sabe con certeza cuál es el plan de acción. Su guía como dice la canción de Piero, “ahora ya camina lerdo (tardo)”. La brújula que siempre acompaño al jorocon magisterial ya no apunta para el norte, esta solo se mueve a lo loco, sin saber para donde jalar.
Y es que las broncas con el tlatoani azul, no fueron gratuitas, el engallarse y ponerse al tú por tú con un Gobernador, es casi lo mismo que un suicidio político, y eso fue precisamente lo que hizo el viejo líder, desde su cueva en el congreso pasado. Hoy el Coronel no tiene quien le escriba, nadie lo busca en sus sanos cabales para que lo apadrine por alguna alcaldía, sindicatura o regiduría, el tiempo y la ley natural le está pasando la factura, Callejas, comienza a comprender lo que es la derrota.
Además, sus sueños de poder se esfumaron automáticamente, cuando le cerraron la llave de los recursos de la Secretaría de Educación de Veracruz, odre del que bebió durante más de 30 años. Es más sus corifeos que ocupaban indebidamente sus cargos en la estructura de la SEV, salieron por la puerta de atrás, si, como las chachas y sin despedirse del verdadero patrón. Ni sus ruegos ni plegarias al Santo Niño de Los Pinos le valieron; el viejo maestro tuvo que aprender la lección de la soberanía que tiene un estado.
Hoy la Sección 32 del SNTE se sostiene, solo porque Dios es grande, es cierto que tiene un Secretario General carismático y cercano a las bases, como lo es Lázaro Medina, maestro que durante muchos años fue subestimado por el mismo clan callejista. Ese hombre puede darle el giro que le hace falta al sindicato, cuenta con el apoyo de las bases y la gran mayoría de los delegados.
Ese fue el temor de Callejas, poner a un hombre que lo comenzara a superar en popularidad y sobre todo en credibilidad. No sabemos si esa idea ha pasado por la cabeza de Medina Barragán, pero en sus manos está la llave que puede llevar a la democratización a la Sección 32; tiene la oportunidad de su vida, librarse por completo de este lastre que representa Callejas Arroyo y su Equipo de directores, supervisores, jefes de sector y pránganas que ya deberían de haberse jubilado; y darle entrada a sangre nueva que verdaderamente represente a los maestros veracruzanos. Dicen que para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo, el nuevo líder bien podría ser un maestro que tenga el apoyo de las diferentes fuerzas que se mueven dentro del sindicato. O alguien de adentro con el apoyo de la disidencia y presionar al interior para abrir espacios para la democratización sindical.
Los jorocones que podrían hacer ruido como Gustavo Moreno, Guadalupe Velásquez Casanova, Walter Palmeros o el propio Lázaro Medina, se encuentran ante la coyuntura que podría cambiar el destino del Sindicato magisterial más grande del Estado; o siguen solapando y manteniendo en un descalabrado pedestal a un individuo que ya no da para más y siguen consecuentando a un personaje oscuro, que ha hecho mucho daño a la educación veracruzana, o pasan a la historia como verdaderos líderes sindicales, que al final de sus días en activo, escogieron estar con los maestros que han buscado la democratización de la Sección 32 del SNTE.
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