El amparo que consiguieran los defensores del Porky Enrique Capitaine no le conseguirá la libertad. Los cargos en su contra son varios y están bien sustentados; la víctima de violación lo acusa directamente, los demás testigos lo señalan; vaya, él mismo confesó el hecho. Ese amparo es tan “kíkiri” como el que sacara Toño Nemi en contra de Claudia Guerrero.
Debe ser un amparo que busque alguna revisión de los jueces, algo con lo que la defensa no está conforme. Es sólo bulla mediática, como lo del amparo que piensan conseguir los abogados de Leonel Bustos; está bien, es el trabajo de la defensa.
Ni modo que digan que se conforman y que no podrán hacer otra cosa que llevarle una manta a su cliente para que no pase frío en la cárcel y unos cigarros para que los reparta entre sus compañeros de celda. Pero claro, en su frustración a los duartistas sólo les queda hacer bulla.
Comentarios