Quizá a algunos les parezca noticia de última hora el tema de los medicamentos clonados, de los placebos que se administraban a los niños con cáncer en lugar de sus quimioterapias, pero el caso es que algunos periodistas críticos como Claudia Guerrero y Armando Ortiz lo estuvieron señalando constantemente en sus columnas. Desde hace meses, y con informes del mismo personal de la Secretaría de Salud, se estuvo denunciando esa atrocidad, incluso mientras Javier Duarte seguía como gobernador, incluso cuando el “justiciero” Juan Antonio Nemi era secretario de Salud; en las investigaciones salió a relucir el nombre de Andrés Beceiro y su distribuidora de medicinas.
Hoy el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares confirma que de acuerdo con los análisis de un laboratorio que se hiciera a los medicamentos aplicados a los niños con cáncer en sus quimioterapias, el resultado fue que sólo se les daba agua destilada.
El gobernado llamó a este crimen un «pecado brutal», un «atentado contra la vida de los niños». Sólo esperamos que se hagan las denuncias adecuadamente y esos brutales criminales sean llevados a juicio. Que las leyes los juzguen, pero su monstruoso crimen ya no tiene perdón.
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