Las tempestades son parte de la naturaleza, forman parte de un ciclo climático que mantiene en equilibrio a nuestro planeta. A veces las tempestades son el desahogo de las nubes que se encuentran cargadas de lluvia, lluvia que no puede ser contenida y que debe ser derramada. Esas tempestades son necesarias, pues cuando las nubes no se desahogan se juntan para formar los huracanes. Las tempestades nos recuerdan nuestra fragilidad, en una tempestad somos como hojas llevadas por el viento, somos como un barco de papel que en la corriente de la lluvia se dirige al desagüe; las tempestades nos recuerdan que en ocasiones sólo estamos aquí porque es la voluntad de Dios.
Pero las tempestades también nos ayudan a comprender nuestras fortalezas, las tempestades nos enseñan a ser fuertes; si sobrevivimos a una tempestad podemos decir que estamos listos para la que sigue. Es cierto, hasta la fecha no hemos podido controlar las tempestades, somos incapaces de cambiar la dirección del viento, somos incapaces de detener la lluvia, sin embargo, ante esa contrariedad, si no podemos detener la tempestad, lo que sí podemos es cambiar nuestra actitud. En el momento en que más arrecia la lluvia, en el momento en que más sopla el viento, en el momento en que más necesitamos a Dios, en ese momento podemos poner nuestra mejor sonrisa.
A pesar de que no podemos cambiar la situación debemos dar al mal tiempo buena cara. “Al mal tiempo… buena cara” es el evento con el que se inician actividades del taller “Libertad bajo Palabra” en la Quinta de las Rosas en este 2017 y tiene como propósito acercar a las personas adultas al optimismo y la alegría por medio de la poesía y la música. Los adultos mayores saben que cuando se tiene una buena actitud, los problemas son más fáciles de resolver; en medio de la tempestad una sonrisa sincera consigue que brille el sol. El evento se llevará a cabo el día jueves a las 16:00 horas en la Casa Grande de la Quinta de las Rosas, en Xalapa, Veracruz.
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