«Fue en ese momento, que la persona a la que se le pidió sentarse en el asiento más respetable en nuestro país, imitó a un reportero discapacitado. Alguien a quien superaba en privilegio, poder y la capacidad de defenderse. Eso me rompió el corazón. Todavía no puedo sacármelo de la cabeza porque no era una película. Era la vida real».
Meryl Streep agregó: «La falta de respeto invita a la falta de respeto. La violencia incita a más violencia. Cuando los poderosos usan su posición para abusar de otros, todos perdemos…». Por supuesto Meryl Streep se llevó la noche de los Globos de Oro. Mientras tanto los norteamericanos deberían reflexionar sobre qué clase de monstruo dejarán entrar en la Casa Blanca.