En el momento que se refiere al aumento de la gasolina, el presidente Peña, en lugar de anunciar un cambio de dirección, pues el rumbo al que va el país es al desastre, se puso a explicar la razón por la que tuvo que tomar esa decisión dolorosa, para los mexicanos, no para él.
Peña Nieto se refirió a los subsidios, que para él es dinero tirado a la basura; Peña Nieto se refirió al alza del precio del petróleo, como si no fuéramos un país productor de hidrocarburos, Peña Nieto habló hasta de Trump, presumiendo una dignidad que al menos él no posee. Si el presidente cree que con esa explicación el pueblo se va a apaciguar, está como María Antonieta que para calmar a la turba con hambre, recomendaba que les dieran pastelillos.