La popularidad de Enrique Peña Nieto se encuentra en el nivel más bajo; las expectativas de triunfo de los candidatos del PRI se esfuman. Estas estrategias sólo demuestran el déficit en las finanzas del Gobierno Federal y la situación para el 2017 no pinta nada bien. El desabasto de gasolina en varios estados del país comienza a levantar sospechas.
La figura del Andrés Manuel López Obrador comienza a crecer entre la opinión pública. Los mismos empresarios comienzan a ver con diferentes ojos al que llegaron a considerar un “peligro para México”.
Se espera un brutal ataque contra el tabasqueño por parte del PRI, el PAN y satélites que les acompañan. La consigna será parar a como dé lugar al de Macuspana, Tabasco. Si el Peje sigue con buen ánimo y mostrando una pinta de diplomático y estadista, tenga la seguridad que será el próximo presidente de México, claro, si los poderes fácticos no intentan otra cosa.