Salvador Muñoz / Transitamos por una de las tantas arterias de Xalapa y de repente, en una esquina, por los azares del destino vial, nos ubicamos en la parte trasera de un camión de servicio urbano. La historia, al menos para los “atenienses” es de seguro conocida: una tremenda bocanada de humo que además de oscurecer nuestro panorama, obliga a cerrar en su totalidad las ventanillas. Por si eso fuera poco, no alcanzamos a ver el número económico, en algunos casos, borrado por la inclemencia del tiempo y negligencia de sus dueños; en este, oculto entre una propaganda de algún musical, algún evento, algún “no recuerdo”. ¡Y para rematar! el “urbano” carece de “calaveras” y sus “stop” ni parpadean.
Acordamos que si el gobierno estatal quisiera dinero, en muchas de estas unidades de servicio público podría estar la solución aplicando sólo el reglamento de Tránsito ya sin citar las leyes en torno al medio ambiente. Es decir, aplicar multas.
Se tiene la creencia que el Pulpo Camionero siempre estuvo bajo la protección del Régimen priista por ser éstos quienes prestaban unidades y choferes para el acarreo de la militancia y que por eso, a pesar del examen que le hacen a los carros (verificación vehicular, me corrige y se burla la mujer… lo malo de no manejar), los “urbanos” dejaban de ser transporte público para pasar a ser auténticas máquinas contaminantes que circulan sin el menor recato a algún reglamento, porque ¿ha hecho uso del servicio urbano en Xalapa?
A mí no me gusta, pero a veces, en un espíritu aventurero, tipo Indiana Jones (cuando la travesía a pie es mucha, no puedo llevar la moto o simplemente no me alcanza para el taxi [otro tema a tratar]), lo abordo, trato de entender el porqué el chofer no responde al “Buenos días” y sólo hunde en mi mano el boleto y cambio; me obliga a pronto sujetarme de los pasamanos y afianzarme, si alcanzo asiento, sobre el respaldo que tengo enfrente. Pero eso es nada… el asunto es tener que chutarme la depresiva “chunchaka” a todo volumen para que el respetable al menos vaya musicalizado en la travesía. Tampoco hay que agradecerle si lleva audífonos, porque ello implica que en una de ésas, atienda su reproductor musical, los mensajes que le llegan al cel o hasta responder llamadas distrayendo su conducción.
El pasado 8 de marzo, Miguel Ángel Yunes Linares hizo una promesa de campaña, vía redes sociales a través de un video: “En mi gobierno no habrá fotomultas. En mi gobierno habrá educación vial. Habrá respeto a la legalidad. Invitaré a los veracruzanos, a que de manera voluntaria, acaten las normas de tránsito para evitar accidentes y problemas viales. Es muy injusto que estando la economía tan afectada, no habiendo empleos, con gente tan pobre, hoy se les quiera lastimar imponiéndoles multas. Las voy a quitar. Es mi compromiso”. Y remataba el video con el siguiente anuncio: “Las cámaras deben servir para perseguir delincuentes, no ciudadanos”.
No sé qué tan cierto haya sido el uso de las cámaras para generar “fotomultas” fantasmas (muy de moda lo paranormal en el pasado gobierno), pero lo que sí sé es que al menos yo, en la motocicleta, circulaba tranquilamente a 60 ó 50 km/h. Hoy, veo carros que a ojo de buen cubero, fácilmente circulan por Lázaro Cárdenas por arriba de los 90 km/h o si no es que más.
Realmente no creo que las fotomultas fueran malas. Bastaba con mantener una velocidad y si uno estaba en contra del sistema, del régimen, de las multas, la mejor manera de joder al gobierno era ¡respetando la Ley! así, cuál ingreso.
No espero que regresen las fotomultas… tan sólo imaginarlo fue suficiente para que la Mujer me echara ojos de pistola, pero sí espero que Tránsito del Estado y Medio Ambiente apliquen el reglamento. ¿Quieren dinero? Señores, pues hay que salir del centro de Xalapa y de su principal arteria. ¡Vayan de excursión!, verán de qué manera tan sencilla se violan las leyes o reglamentos en toda la ciudad.
Quizás siendo más atento a las cosas más simples, como es moderar la velocidad, exigir la verificación vehicular, que Medio Ambiente deje de verse a medias, se eviten accidentes, porque lejos de entender como un beneficio el eliminar las “Fotomultas”, se ve como una patente de corso para circular como en pista de carreras, al menos en lo que me toca (sobre)vivir en la Lázaro Cárdenas, que ayer cobró cuatro muertos (entre ellos dos menores) y varios heridos porque una pipa se quedó sin frenos e impactó a varios vehículos, dicen que diez, en su marcha desbocada… ¿pues a cuánta velocidad vendría?
Exhibidota tricolor
Al menos hasta la tarde de ayer, ni en el CEN ni en el CDE del PRI parecía que hubieran acusado recibo del requirimiento que les hizo el Tribunal Electoral de Veracruz para que pusieran en estrados, en algún lugar público, visible, a la vista de todos, el Juicio para la Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano que interpusieron militantes del partido encabezados por Lorena Piñón.
Por cierto, la vecina de San Rafael no sólo fue requerida por medios para entrevistas, o por militantes del PRI para reiterarle su apoyo en aras de que se renueve el Comité Directivo Estatal al que muchos ya consideran “espurio”… dicen que desde las altas esferas (y no navideñas) la llamaron quesque para conocer personalmente su lucha partidista… por lo mientras, habrá que ver mañana si Amadeo y Enrique ya recibieron el requirimiento y lo hacen patente a la vista de todos… estaremos pendientes con la fotografía.
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