Ahora resulta que se alzan varias voces contra Miguel Ángel Yunes Linares por los créditos que ha solicitado para sufragar el pago de nómina y aguinaldo de los trabajadores estatales. Seguramente usted se imagina que se tratan de economistas de reconocido renombre o ciudadanos de reconocido prestigio moral.
Pues no, uno de ellos es Javier Herrera Borunda, el Chiquifide, diputado federal por obra y gracia de la mano negra de la política. El otro es Juan Nicolás Callejas Roldán, diputado plurinominal por obra y gracia de la mano que mecía la cuna en el gobierno del prófugo más repudiado de la historia de Veracruz.
Pues resulta que estos diputados, uno federal y otro local, se desgarran las vestiduras y exigen que se les dé buen uso a los recursos que manejará Yunes Linares. Lo que deberían comprender estos personajes es que sería mejor que se quedaran callados, la sombra corrupta de sus padres los persigue en el Congreso donde supuestamente legislan.
Se recordará que con una política populista y derrochadora, el Tío Fide dejó puentes sin terminar y carreteras inconclusas. Del padre del diputado, Callejas Roldán sólo diremos que aprobó todos los disparates del Gobernador prófugo y nada más porque Yunes Linares le puso un alto, también el impuesto del 3% a la Nómina lo hubiera aprobado para usos a discreción del Nerón veracruzano. Así que sería mejor que se quedaran callados.
Ya nada más falta que el hampón de Nueva Alianza, Vicente Benítez, también levante la voz y exija buen uso de los recursos de los veracruzanos.
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