Jorge Manrique / Hoy miro con asombro lo que se escribe de Javier Duarte de Ochoa; me asombra el hecho de que algunas plumas que antes le festejaban todo, ahora señalen lo que siempre fue Javier, un corrupto nacido por una locura de Fidel Herrera Beltrán.
Por desgracia, esas plumas se quedaron en silencio mientras se llevó a cabo el saqueo a las arcas de nuestro estado.
Otras plumas fueron más fieles al sistema y obedecieron órdenes de los jefes de prensa de Javier Duarte, lanzando toda una ofensiva en contra de comunicadores que presentaban a la opinión publica un periodismo de investigación que desnudaba la realidad de Veracruz y de sus políticos. ¿Valdría la pena el pago?
Fueron pocos los periodistas que dieron cuenta y alzaron la voz ante la persecución que se dio a varios periodistas críticos en el gobierno de Javier Duarte.
Aún sigo sin creer que el caso de Regina Martínez, sea una cuenta pendiente sin resolver del gobierno del estado. ¡Exigimos justicia!
Ya ni se diga el caso de Raúl Gibb Guerrero, un periodista fuera de serie que consolido a la opinión de Poza Rica y que tenía la meta de expandirla.
Hoy nada se sabe de este caso. La oficina de Xalapa fue cerrada en el gobierno de Fidel Herrera por recomendación del Alfredo Gándara en aquel entonces encargado de la prensa de Fidel Herrera.
Los periodistas en la entidad tienen que aprender de la lección que Fidel Herrera y Javier Duarte propiciaron a la entidad. En donde solo cosas bonitas se escribían en la prensa. ¡El silencio es el peor pecado!
Lo mejor del periodismo sucede cuando tomamos una postura, cuando cuestionamos a los que están en el poder con sustento, cuando nos enfrentamos a los políticos que abusan de su autoridad, cuando denunciamos una injusticia.
Lo mejor del periodismo pasa cuando nos ponemos del lado de las víctimas, con los más vulnerables, con los que no tienen derechos. Cuando apoyamos aun colega que está siendo víctima del sistema. No necesitamos una Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas.
Lo mejor del periodismo sucede cuando, a propósito, dejamos de fingir que somos neutrales y reconocemos que tenemos la obligación moral de decir la verdad al poder.
El ganador del premio Nobel Elie Wiesel dijo una vez: “hay que tomar partido. La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. Delante del genocidio, dictadores y políticos que abusan de su poder, no podemos ser neutrales”.
En Veracruz Javier Duarte de Ochoa fue el opresor número uno de la prensa. También fue el obstáculo número uno para que los asesinatos de nuestros compañeros quedaran manchados por declaraciones fuera de lugar, que pretendían desprestigiar a cada uno de los compañeros caídos.
Repruebo el trabajo de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas. Todos sus integrantes fueron serviles a Javier Duarte y por dignidad debieron renunciar. Pero todos dejaron la dignidad por un sueldo. Tanto que hoy quieren seguir viviendo y se niegan a dejar la comisión.
Aplaudo el trabajo de gente valiente como Zayda Chiñas Cordova quien en 2014, después de haber sido despedida injustamente por sus patrones, los dueños del diario Notisur, que se entregaron plenamente a las órdenes de la ex vocera del gobierno de Veracruz, por el caso Gregorio Jiménez. Zayda organizó diversas protestas contra la voluntad de los dueños de Notisur.
Como la decisión es darle continuidad a la Comisión solo quisiera expresarle una súplica para el Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y los Diputados. La suplica es que en el tema de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas, sea reduciendo su presupuesto al mínimo. Vivimos tiempos de austeridad y se tiene que predicar con el ejemplo.
Que no exista una presidencia, solo comisionados y que se cubra solamente los viáticos que los comisionados ocupen. Que se procure existan comisionados tanto en el norte, como en el sur, para que los compañeros puedan ser atendidos.
Que se procure tener a gente de la vieja guardia, pero que también nuestros jóvenes participen.
Queremos ver gente con experiencia que ya levanto la mano y juventud en la comisión. Como el caso de Virginia Duran, Eliseo Tejeda, Rosalinda Sáenz, Pepe Valencia y gente valiente como Zayda Chiñas.
No descarten un Paquito, mucho menos un Arturo.
#Para Concluir:
Me he cansado de señalar que mientras el mandatario estatal Miguel Ángel Yunes Linares habla de limpiar la casa sacando del gobierno la corrupción de personajes del fidelismo y de la prosperidad de Duarte.
Pero siguen apareciendo en puestos claves seres tan corruptos como el empleado de Juan Nicolás Callejas, si leyó usted bien, empleado de Juan Nicolás Callejas de la Sección 32 del SENTE, el tal Serafín Hernández Sagaón, ex tesorero de la pasada Legislatura, quien inexplicablemente fue nombrado director de Recursos Humanos del nuevo Congreso estatal.
Más que premiado con nuevo cargo, este tipo debe ser investigado por todos los desvíos de recursos cometidos en la Tesorería legislativa. Quienes lo conocen, dicen que se llenó, que hoy es un hombre multimillonario.
Y hasta la novia en turno Liliana Uriostegui cobra 70 mil pesos mensuales en el congreso desde hace más de tres años sin trabajar. ¡Ver para creerlo!
En tiempos de legalidad y transparencia yunista, Serafín Hernández, sinónimo de corrupción, se estrenó como titular de Recursos Humanos en la nueva Legislatura.
La permanencia de Hernández Sagaón representa un atentado a la honestidad que gritan a los cuatro vientos los diputados panistas en el Congreso.
Ahí se los encargo, luego no se digan robados en despoblado, nos leemos mañana del otro lado del cristal.
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