Antes de que Javier Duarte escapara, el Gobierno Federal lo tenía bien localizado. Duarte no se escapó en una cajuela, ni se disfrazó de botarga del Dr. Simi; Duarte no los despistó, ni salió de noche para que no lo vieran. Javier Duarte escapó en las narices de quienes supuestamente lo estaban custodiando.
El mismo Flavino Ríos Alvarado confesó que él puso a disposición del entonces gobernador con licencia un helicóptero del estado para que viajara hacia el sur de la entidad. ¿Por qué no le hicieron nada a Flavino, quien sólo dijo que no sabía que había una orden en contra de su jefe? No le hicieron nada porque Flavino obedecía órdenes de mucho más arriba.
El Gobierno Federal lo dejó escapar y luego salió con la farsa de que lo estaban buscando y que daban una recompensa de 15 millones de pesos para quien diera datos que permitieran su captura. A los veracruzanos no nos van a ver la cara de pendejos. Ya Javier Duarte está fuera del país, a ver cómo le hacen pero lo regresan y lo meten a una cárcel.
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