Arturo Reyes Isidoro / Ni olvido, ni perdón, ni amnistía ofreció Miguel Ángel Yunes Linares para Javier Duarte “y su banda” luego de rendir protesta como gobernador constitucional del Estado hace 16 días.
Parece que no es el único que no olvida un agravio.
Toda la jerarquía de la Iglesia católica de Veracruz no quiso que terminara el año sin hacerle un reproche y recordarle al PRI estatal que los llevó al banquillo de los acusados, que los “difamó” y que prácticamente los convirtió en infractores y delincuentes electorales.
Cuando se esperaba que arzobispos y obispos emitieran por estas fechas su tradicional mensaje de Navidad, ¡zas!, el miércoles pasado dieron a conocer un extenso comunicado sobre el pasado proceso electoral ¡que tuvo lugar hace seis meses!
Recordaron en su texto que el 5 de junio “en medio de muchas expectativas” la ciudadanía participó “según sus preferencias y su libre criterio” y eligió como gobernador a Miguel Angel Yunes Linares y su coalición, así como a la diversidad de diputados que integran ahora la LXIV Legislatura del Congreso del Estado, y que el Órgano Público Local Electoral (OPLE) concluyó el cómputo y anunció a los ganadores de la contienda dando la constancia de mayoría el 12 de junio de 2016, calificando la jornada como ejemplar y participativa “a pesar de los desafíos”.
“Lamentablemente”, exponen, el PRI, “mediante artificios e interpretaciones sesgadas, impugnó estos resultados, acusándonos ante el Tribunal Electoral de Veracruz (TEV), a los 11 obispos junto a otros 3 hermanos sacerdotes católicos y un hermano pastor evangélico, por haber supuestamente realizado un proselitismo político ‘de manera sistemática y deliberada’, ‘en flagrante violación a los principios del Artículo 130 de la Constitución Federal…’ convirtiéndonos así, prácticamente, en infractores y delincuentes electorales”.
Expresaron que al repasar algunas de las acusaciones con las que se les atribuía un supuesto proselitismo político, se mencionaba:
– Que los veracruzanos no deben vender su voto y deben elegir con conciencia al nuevo gobernante…
– Que antes de votar deben analizar….
– Que los ciudadanos deben votar y vencer el abstencionismo…
– Que los ciudadanos deben elegir a los mejores candidatos…
– Que el voto es un derecho y un deber moral de todos….
– Que las campañas deben realizarse sin denostación ni desprestigio…
– Que es indignante que los partidos y candidatos utilicen para sus intereses recursos de campaña…
Se preguntan: “¿habrá algún partido serio que estuviera en desacuerdo de estas recomendaciones válidas y aplicables para todos los partidos? ¿Acaso suponen proselitismo político? ¿No querrían los partidos más bien que estos criterios fueran una realidad en nuestra democracia? Nos preguntamos también: ¿Por qué los magistrados del TEV no supieron o no quisieron descubrir la trampa amañada con las que se acusaba de proselitistas a los pastores eclesiásticos?”.
En su comunicado recordaron que ante el proceso electoral 2015-2016, por su propia convicción se sumaron a la invitación que otros actores de la sociedad hicieron para una participación madura y vencer el abstencionismo, por lo que hicieron su invitación el 17 de abril de 2016 a través del mensaje titulado: “El Futuro de Veracruz está en nuestras manos: Votemos con responsabilidad el domingo 5 de Junio”, donde recogieron “las aspiraciones y preocupaciones de nuestro pueblo”.
Luego, a medio año de la jornada electoral, “tristemente comprobamos que las preocupaciones que señalábamos los obispos en abril pasado”, se habían evidenciado en la escalada de violencia en algunas regiones del Estado, así como en el descubrimiento de grandes desfalcos y desvíos de los fondos públicos que tienen detenida la vida normal de muchos ciudadanos que requieren de servicios y exigen, con razón, transparencia sobre el destino de los adeudos, la necesaria devolución de lo defraudado y el pago justo a quienes se debe.
Agregaron que “gracias a Dios”, el 19 de octubre recuperaron la confianza en las instituciones, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), por unanimidad declaró que los 15 ministros de culto no hicieron proselitismo a favor o en contra de ningún partido, declarando improcedentes las “vistas” de sanción que remitía a otras autoridades como el OPLE y la Segob 4, “por estos delitos electorales infundadamente atribuidos”.
Además, dijeron, el TEPJF no sólo revocó la sentencia del TEV sino que reconoció la labor que hicieron durante las elecciones invitando a votar de manera informada y libre. “La iglesia desempeñó un papel importante de ayuda con los organismos encargados de promover el voto para buscar la participación ciudadana y vencer el abstencionismo. Los ministros de culto no violamos ninguna ley al promover el voto, ni faltamos al estado laico”.
La exposición de los religiosos habla por sí sola. Se entendería que el PRI en Veracruz compró pleito con la Iglesia, una institución con la que el propio presidente Enrique Peña Nieto no se quiso confrontar y prefirió dar marcha atrás en agosto pasado con su iniciativa de ley para permitir el matrimonio igualitario (o gay), con el argumento de los propios diputados priistas de que el tema no era una prioridad, iniciativa a la que se opuso desde un principio la Iglesia.
Quién sabe si tanto el Comité Ejecutivo Nacional del PRI como la Secretaría de Gobernación tomaron nota del comunicado de los obispos de Veracruz, dos de ellos arzobispos, pues los mismos que acordaron impugnar la resolución del TEV que validaba la elección y que acusaron a la Iglesia, uno sigue al frente del Comité Directivo Estatal, Felipe Amadeo Flores Espinosa, y encarará el proceso electoral municipal en 2017, y el otro, Héctor Yunes Landa, insiste en postularse de nuevo como candidato priista a la gubernatura del Estado en 2018.
O sea, corren el riesgo no sólo de enfrentarse al PAN-PRD y a Morena en las dos elecciones venideras, sino también a la Iglesia, ante la que llevan todas las de perder. ¿Alguien cree que los jerarcas religiosos comulgarán con el PRI cuando los que lo manejan en Veracruz son los mismos que los acusaron, los “difamaron” y, como se quejan ellos, prácticamente los convirtieron en infractores y en delincuentes electorales?
De la situación se ha aprovechado bien el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien al asumir la gubernatura tuvo como invitados especiales a los dos arzobispos de Veracruz, Hipólito Reyes Larios y emérito Sergio Obeso Rivera, ambos de la Arquidiócesis de Xalapa.
Ahora sí, pues, en el PRI bien pueden exclamar, preocupadamente, con la Iglesia hemos topado Sancho.
Los jóvenes Yunes-Márquez, xalapeños
Durante el mensaje antenoche del gobernador Yunes al asistir al tercer Informe del alcalde de Xalapa Américo Zúñiga Martínez, no dejó de mencionar que sus hijos Miguel Ángel, ahora alcalde de Boca del Río, Fernando, actualmente senador, y Omar, dedicado a actividades empresariales, nacieron en la capital del Estado, que son xalapeños.
Del primero se maneja insistentemente que tendría la aspiración de suceder a su padre en la gubernatura en 2018, y del segundo, que será candidato a presidente municipal del puerto de Veracruz el próximo año. Son políticos, lo que, creo, tampoco los descartaría para que en un momento dado pudieran ser representantes populares por su tierra nativa, Xalapa.
Así, en el PAN deberán tomar nota del detalle porque como quiera que sea a los aspirantes a cargos de elección popular de la capital del Estado les surge nueva y más competencia.
Y, lectores, se que las cosas no están de lo mejor o como quisiéramos, pero que disfruten, hasta donde puedan, de las posadas que hoy se inician. Que nada nos robe el espíritu propio de la temporada. Envío un abrazo a quienes se han quedado en el desempleo. Me solidarizo con ellos, muchos, bastantes, conocidos. Hay que seguir luchando, no darse por vencidos y tener fe de que vendrán nuevos y mejores tiempos.
En mi caso, salgo hoy de vacaciones como académico de la Universidad Veracruzana. Si no puedo el lunes próximo, nos encontraremos aquí el martes 20.
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