No se requiere ser experto para comprender que en Veracruz, la falta de transparencia en los manejos del dinero de los programas federales, la corrupción de los titulares que respondían a las órdenes de la Sección 32 del SNTE y la politización de la educación impidieron durante tres décadas elevar la calidad educativa.
La educación es un tema politizado en Veracruz, el SNTE, el sindicato mayoritario, siempre estuvo supeditado al PRI. La estructura piramidal en las escuelas de los 212 municipios, involucra a jefes de sector, supervisores y directores, desde luego que estos últimos se encargan de tener secretarios generales delegacionales afines a sus propios intereses.
El gobierno entrante seguramente encontrará algunos reparos en las escuelas, sin embargo, la recuperación de la rectoría de la SEV y la depuración de los incondicionales del callejismo debe continuar.
No se debe combinar la política sindical y la educación. No se puede ser esclavo de dos amos, dice la biblia, ya que tarde o temprano quedará mal con uno de los dos. En Veracruz, el mayor error fue dejar que SNTE se encargara de llevar las riendas de la educación. Ahí está el resultado, Veracruz ocupa los últimos lugares en aprovechamiento escolar.
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