Estos resultados cuantitativos nos arrojan al sótano de la mediocridad y nos sirven como indicadores de que alguien no está haciendo las cosas bien. Algunos culpan a los maestros, éstos culpan a los padres de familia por su poco interés en sus hijos y otros culpan a las autoridades.
Lo cierto es que los países que han avanzado de su rezago, como por ejemplo Perú, han logrado resultados positivos porque le han apostado a la capacitación docente. Rubro que en México ha estado en manos de improvisados. ¿Verdad, Nuño?