Callejas compró pleito ajeno, se enfrascó como se describiría meses atrás como un “fajador callejero”. No sólo, le negó la entrada al recinto legislativo al nuevo gobernador, se dio el lujo de compararlo con Hitler y lo peor, lo demandó por enriquecimiento ilícito.
Por congruencia y dignidad propia el gobernador electo se ha visto en la necesidad de restructurar su relación de poder con la Sección 32 del SNTE. Los peones del callejismo van saliendo de SEV, por ahí se coló alguien de Preescolar que identifican con el Equipo Político, pero es seguro que tendrá marcaje personal.
Yunes Linares sabe de la naturaleza rencorosa del otrora poderoso líder moral, se espera el coletazo, sin embargo, tenga la seguridad que ya existe un grueso expediente de las tropelías de Callejas y sus corifeos.