Eduardo Sánchez Macías no sólo fue un diputado que gozaba de fuero, fue también un traficante de influencias y a ratos un extorsionador. Los cientos de millones de pesos que cobraba en Comunicación Social por publicar boletines en sus periódicos no le bastaban y por ello obtenía además dinero del Congreso, así como de varios diputados que para no verse en las páginas de sus periódicos cedían a lo que el señor les pidiera. Pero no sólo eso, el portal Golpe Político informaba en febrero de 2016 que el diputado Sánchez Macías junto con su hermano Francisco extorsionaban a los empresarios.
Parte de la nota dice lo siguiente: «Incluso ha dicho que si no se les da dinero se valdrán de todos los medios para acosar a nuestras empresas. O iniciar campañas negativas para empañar nuestra labor. En una ocasión uno de ellos me dijo: “Mira pendejo, a mí el gobierno de Veracruz me da medio millón de pesos al mes por imprimir 500 ejemplares diarios, pero eso no es suficiente. Tú tienes que entrarle con tu mochada o te atienes a las consecuencias”».
Esa es la clase de periodismo que se gestó en los tiempos de Fidel Herrera y de Javier Duarte. ¡Urge desterrar esas prácticas! Para más información vaya a este enlace: http://golpepolitico.com/2016/02/15/ya-no-soportan-a-los-hermanos-sanchez-macias-empresarios-politicos-y-funcionarios-dicen-que-hasta-los-malosos-se-quedan-cortos-denuncian-que-practicamente-son-extorsionados/
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