Un buen gobierno, un mal gobierno

Xalapa, Ver. Durante el gobierno de Javier Duarte miles de enfermos con cáncer recibieron placebos en sus tratamientos contra esta enfermedad Foto: Miguel Ángel Carmona/FOTOVER.

señalética Doble sentidoUn gobierno tiene la obligación de crear, con los recursos que se reparten de los impuestos de todos los mexicanos, las oportunidades que brinden una mejor vida para los ciudadanos. Estamos hablando de seguridad, salud, educación, trabajo y recreación, entre otros. Un mal gobierno que no se ocupa de crear mecanismos de seguridad, empresas, escuelas, hospitales orilla a sus ciudadanos a que ellos mismos busquen esas oportunidades de vida en los ámbitos informales, o incluso delincuenciales.

¿Podríamos algún día enumerar la cantidad de jóvenes que murieron abatidos como delincuentes pudiendo no haberlo sido de tener mejores oportunidades de estudio y trabajo? ¿Podríamos algún día suponer el umbral de dolor de un niño con cáncer al que lo estaban engañando con medicinas que no le aliviaban la enfermedad, que sólo ulceraban su estómago? ¿Podríamos, con un poco de empatía, sentir el hambre de un hombre o mujer que no han tenido una comida completa en meses? ¿Podríamos, con la misma empatía, sentir la angustia de un padre al que su hijo le pide pan y él sólo tiene piedras?

Miles y miles de personas vivieron esta situación mientras el príncipe imbécil tomaba del presupuesto lo que quería para gastar en joyas, ranchos, terrenos, caballos, obras de arte, vinos, manjares, viajes, lujos que nunca soñó tener.

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