Su intención tal vez sea para presumir que tienen roce con gente importante, gente de la farándula política. Por supuesto esas mismas selfies se pueden ocupar para denostar a la celebridad política, como le sucedió a López Obrador, quien se tomó una foto con los Abarca y ya lo estaban relacionando con los hechos delictivos de Iguala.
Lo más patético es contemplar a aquellos que trabajaron en campaña para Héctor Yunes y entre atropellos se lanzan a buscar una selfie con el gobernador Yunes Linares. ¿Qué va a hacer con esa foto? Al rato va a presumir que el gobernador es su cuate, su amigo del alma, su brother, su íntimo. Como lo dijimos, ¡qué patético!