Veracruz, ya lo dijo Clementina Guerrero, es un estado quebrado. La casa está en ruinas y lo primero que hay que hacer es levantar el tiradero para comenzar a edificar de nuevo. Le espera a Yunes Linares un reto como nunca se había visto en la historia de este país. Veracruz quedó como si 20 terremotos del 85 lo hubieran sacudido.
Es por eso que aquellos que busquen chamba en el nuevo gobierno deberían pensarlo dos veces, sobre todo si su idea es lucrar como lo hicieron los funcionarios de las tres administraciones anteriores. Si Miguel Ángel Yunes Linares desea que el suyo sea un gobierno del cambio, deberá dejar muy claro a su equipo que no se permitirán los vicios que corrompieron a la administración pública en Veracruz.