Libertad Bajo Palabra

Después del primero de diciembre, ¿vendrá la voladora?

Javier Duarte y su gabinete

Si el 5 de junio pasado, el candidato del PRI se hubiera alzado con la victoria, es muy probable que la clase política más recalcitrante seguiría viva y continuarían pegados a la ubre del Gobierno estatal. Las cofradías del poder seguirían usando las diferentes dependencias como agencias de colocaciones. Seguramente el prófugo mayor se alzaría el cuello con el Gobierno Federal y éste se vería obligado a proteger al gurú electoral para ser usado en el 2018.

Sin embargo, la historia le dio la espalda. Contra todo el aparato de Estado, Yunes Linares se alzó con la Victoria. Veracruz, en comparación con otros estados, es considerada la joya de la corona, era hasta antes del 5 de junio un bastión y reserva de votos. En una ocasión el causante principal del despilfarro, Fidel Herrera Beltrán, dijo; «quien gane Veracruz, tiene medio cuerpo en Los Pinos».

Por eso la proeza es monumental, y el Gobierno Federal buscará a como dé lugar recuperar tan importante bastión. Claro, sólo si el electorado veracruzano se lo permite.